viernes, 4 de noviembre de 2016

¿Por qué leer en voz alta? De la voz a las letras

    De la Declaración firmada por la FGSR (Fundación Germán Sánchez Ruíperez) en favor de la lectura en voz alta en el hogar y en las escuelas, nos ha parecido muy interesante el fragmento que se presenta a continuación..


Leer a la infancia

     Numerosas evidencias científicas demuestran que los estímulos cognitivos y afectivos tempranos, sobre todo los relacionados con el lenguaje, tienen una influencia determinante en el posterior desempeño escolar.
   
     Entre las muchas actividades que ayudan en ese sentido, una de las más importantes es la lectura en voz alta de cuentos, poemas, rimas, retahílas... Sus beneficios son claros:

Ilustración de Óscar Villán
• Crea momentos de intimidad entre quienes leen y quienes escuchan, refuerza los vínculos afectivos y ayuda a explorar, expresar y compartir emociones, que es una actividad fundamental en la vida humana, más aún cuando se están construyendo los modos de sentir y de relacionarse con el mundo.

• Promueve la conversación, la escucha atenta y el intercambio de pensamientos, recuerdos, fantasías, experiencias, temores, deseos, sentimientos, dudas... Es decir, hace posible el encuentro sereno entre el mundo de los adultos y el mundo de la infancia. 

• Estimula la actividad de las áreas cerebrales relacionadas con la comprensión narrativa y la creación de imágenes mentales, lo que repercute directamente en el aprendizaje de la lengua oral, la lectura y la escritura.

• Influye en el desarrollo cognitivo de la infancia al dar la oportunidad de escuchar, pensar, sentir, preguntar, responder, asociar..., es decir, de poner en juego las muchas capacidades de la mente. 

• Tiene un significativo impacto en el desarrollo del lenguaje gracias a que introduce a la infancia en el territorio de la lengua materna de un modo pausado y afectuoso: las palabras desconocidas aparecen cargadas de sentido y de emoción, la estructura y las convenciones de la lengua escrita se hacen familiares gracias a los relatos leídos una y otra vez, las correspondencias entre los sonidos de la lengua materna y las grafías que los representan se van desvelando poco a poco.

• Favorece una mejor comprensión de los relatos gracias a la mediación de lectores experimentados que actúan como modelos y guías.

• Facilita la relación con el lenguaje de los libros, más significativo y complejo que el lenguaje hablado, e instaura una relación cordial con los libros y la lectura, desde el momento en que esos primeros contactos se presentan rodeados de afecto y bienestar.

• Hace que niños y niñas actúen como lectores aunque todavía no hayan aprendido a leer y a la vez hace posible que el lenguaje literario entre a formar parte de sus vidas estimulando su imaginario, su interés por las historias y su pensamiento narrativo.

• La lectura en voz alta contribuye, en definitiva, a crear un entorno favorable al desarrollo cognitivo, emocional y social de la infancia, lo que ayuda a prevenir o atenuar los riesgos de fracaso escolar.

Una tarea colectiva

     Leer en voz alta debería ser una actividad habitual en los hogares. Dada su repercusión en la formación de los afectos y en el rendimiento académico, sería bueno que madres y padres se involucrasen en esa actividad con pasión y convicción.

      Y asimismo, las personas implicadas en el cuidado y la educación de la infancia, desde el ámbito de la docencia al de la pediatría, la enfermería, las bibliotecas o el voluntariado, deberían adquirir el compromiso de alentar la lectura en voz alta en sus respectivos entornos, pensando sobre todo en quienes no puedan disfrutar en sus hogares de esa oportunidad.

      ...

(extraído de DE LA VOZ A LAS LETRAS. DECLARACIÓN. 
http://www.lecturalab.org/story/_6273)



No hay comentarios:

Publicar un comentario